Resumen de la biblia, Antiguo testamento
PENTATEUCO
Génesis:
Narra la creación
del mundo, el arca de Noé, la torre de Babel y la vida de Abraham y sus
descendientes.
primer libro
de la Biblia. Significa «origen» o «principio» en él se narran, desde una
perspectiva religiosa, los orígenes del universo, de la tierra, del género
humano y, en particular, del pueblo de Israel. En la Biblia hebrea, este libro
se titula con su primera palabra, Bereshit, comúnmente traducida
por «En el principio»
Génesis (Gn) está formado por dos
grandes secciones.
- La primera (caps. 1—11) contiene la
llamada «historia de los orígenes» o «historia primordial», iniciada con
el relato de la creación del mundo (1.1—2.4a). Se trata de una narración
poética de gran belleza, a la que sigue la del origen del ser humano,
puesto por Dios en el mundo que había creado.
- La segunda parte (caps.
12—50) enfoca el tema de los más remotos comienzos de la historia de
Israel. Conocida usualmente como «historia de los patriarcas», centra
su interés en Abraham, Isaac y Jacob, respectivamente
padre, hijo y nieto, en quienes tiene sus raíces más profundas el pueblo
de Dios.
Contenido:
1.
Historia de los orígenes (1.1—11.32)
2.
Historia de los patriarcas (12.1—50.26)
a.
Abraham (12.1—25.34)
b.
Isaac (26.1-35)
c.
Jacob (27.1—36.43)
d.
José (37.1—50.26)
Éxodo:
El nacimiento y
vida de Moisés desde su marcha de Egipto con el pueblo hebreo, el origen de los
mandamientos y la marcha del pueblo de Dios hasta su nuevo hogar.
La salida de
Egipto de los israelitas y los años que vivieron en el desierto antes de llegar
a Canaán, la tierra prometida. el vocablo griego éxodos utilizado
por la versión Septuaginta, que su equivalente castellano, se definen
propiamente como «salida». A su vez, la Biblia hebrea titula el libro con una
de sus palabras iniciales: Shemoth, que significa «nombres».
Contenido:
1. Israel es liberado de su esclavitud en Egipto (1.1—15.21)
2. Los israelitas caminan hacia el monte Sinaí o Horeb (15.22—18.27)
3. El pacto de Dios en el Sinaí o Horeb (19.1—24.18)
4. Prescripciones para la construcción del Tabernáculo (25.1—31.17)
5. El becerro de oro. Renovación del pacto (31.18—34.35)
6. La construcción del Tabernáculo (35.1—40.38)
Levítico:
Una
serie de leyes y normas que se deben seguir en los rituales y que deben ser
cumplidas por los sacerdotes.
Texto
destinado de modo particular a los levitas. Estos estaban encargados de ejercer
el ministerio sacerdotal y de atender a los múltiples detalles del culto
tributado a Dios por los israelitas. La Biblia hebrea, conforme a la norma
observada en todo el Pentateuco, nombra el libro por su primera palabra, Wayiqrá,
que significa «y llamó».
División del libro
La primera de ellas (caps.
1—7) reglas de la presentación de las ofrendas y sacrificios ofrecidos como demostración
de gratitud al Señor o como signo de arrepentimiento y expiación de algún
pecado cometido.
La segunda sección (caps.
8—10) describe el ritual seguido por Moisés para consagrar sacerdotes a Aarón y
sus hijos.
Tercera sección del libro
(caps. 11—16)dedicada a definir los términos de la pureza y la impureza ritual.
También fija las normas a las que, para recuperar la pureza legal. Esta sección
se cierra con la descripción de los ritos propios del gran día de la
expiación (en hebreo, Yom kippur), que todo el pueblo debe
celebrar el día 10 del séptimo mes de cada año.
La cuarta sección (caps.
17—25) ley de santidad, pleno corazón del Levítico,
se señalan las normas que Israel –sacerdotes y pueblo– está obligado a observar
para que la vida de cada uno en particular y de la comunidad en general
permanezca regida por los principios de la santidad, la justicia y el amor
fraternal.
Los dos últimos capítulos incluyen,
respectivamente, una serie de bendiciones y maldiciones, que corresponden a sendas
actitudes de obediencia o desobediencia a Dios.
Contenido:
1. Ofrendas y sacrificios (1.1—7.38)
2. Consagración del sacerdote (8.1—10.20)
3. Leyes sobre la pureza y la impureza legal (11.1—16.34)
4. La «ley de santidad» (17.1—25.55)
5. Bendiciones y maldiciones (26.1-46)
6. Sobre lo consagrado a Dios (27.1-34)
Números:
El camino del
pueblo hebreo por el desierto en la búsqueda de la tierra prometida por Dios.
Del
griego Arithmoí (LXX), que significa «números». En
hebreo, el título del libro es Bemidbar (lit. «en el
desierto»).
- Es obvio
que este título responde a la presencia en el texto de dos censos del
pueblo de Israel (caps. 1 y 26),
- Al reparto
del botín de guerra tras la victoria de los israelitas sobre los
madianitas (31)
- sacrificios
y las ofrendas en orden cuantitativo (7; 15; 28—29).
Contenido:
1.
La permanencia en el Sinaí (1.1—10.10)
2.
La larga marcha hasta Moab (10.11—21.35)
3.
En las llanuras de Moab (22.1—36.13)
Deuteronomio:
Narra el fin de la
vida de Moisés y el encuentro del pueblo de Dios con la su nuevo hogar.
La forma
hebrea debarim («palabras») es el título del quinto libro del
Pentateuco. La versión Septuaginta lo llamó Deuteronomio, palabra
de origen griego cuyo significado, propiamente, es «segunda ley», aunque debe
observarse que, aplicado al presente libro, no cabe entenderlo en el sentido de
una ley diferente de la «primera» (la mosaica), sino de una repetición de ella.
Contenido:
1. Primer discurso de Moisés (1.1—4.49)
2. Segundo discurso de Moisés (5.1—11.32)
3. El código Deuteronomio (12.1—26.19)
4. Bendiciones y maldiciones (27.1—28.68)
5. El pacto de Dios con Israel (29.1—30.20)
6. Últimas disposiciones. Muerte de Moisés (31.1—34.12)
¿Qué aprendí del Pentateuco?
Siempre me pregunté cómo
es el que se creó este libro del principio, si al principio Dios, solo
creo al mundo, al ser humano pero no había un testimonio como tal, y no es
hasta que lees que uno entiende como es que se queda el testimonio de
estos hechos, no es más que a través de su decendencia de Abraham y de su genealogía,
el mal momento que tuvo que pasar José, no fue en vano tenía un fin, el fin se salvar a su
Pueblo Israel, del hambre de la incertidumbre que pasaba en esos momentos
la familia de Jacob, la cual fue salvado por su hijo José, el cual asistió
a padre y hermanos, que su noble corazón entro el perdón y en
él y la entrada en Egipto, dieron pausa para el nacimiento de uno de los
Levitas más grandes de la Historia "MOISES", es quién es el
elegido para escuchar a nuestro señor, para escribir parte de la
historia, parte de los hechos y parte de la raíz de nuestro Bereshit.
LIBROS HISTÓRICOS
Los libros
históricos son aquellos libros de la Biblia que cuentan la historia
desde la
muerte de Moisés hasta la
revolución macabea en contra de los helenistas. Estos libres tienen un gran
valor histórico, tratando temas sobre el pueblo hebrero que nos sirven para
conocer eventos históricos muy importantes. Son muchos los libros que conforman
esta clase, por lo que debemos nombrarlos a continuación:
Josuè
El
protagonista no es propiamente Josué. Esa función le corresponde, más bien, al
escenario donde tienen lugar los nuevos actos del drama de Israel: el país de
Canaán, en el que penetra el pueblo cuarenta años después de haber sido
liberado de su cautividad en Egipto.
Canaán es la
meta, el punto final de aquella larga peregrinación. En la entrada a Canaán y
en la posesión del país ven los israelitas el cumplimiento de la promesa de
Dios a Abraham, Isaac y Jacob, de darlo a sus descendientes para siempre (Gn.
13.14-17; 26.3-5; 28.13-14).
Josué se divide en dos grandes secciones:
- Primera Sección; Tras la
muerte de Moisés, Josué toma la dirección del pueblo caps. 1—12 y
- La segunda
sección 13—22, incidencias relacionadas con la asignación de tierras a
las tribus de Israel.
A modo de
conclusión caps. 23—24 a Recogen el discurso de despedida de Josué
(cap. 23), la renovación del pacto y, finalmente, la muerte y sepultura de
aquel fiel servidor de Dios que supo acaudillar al pueblo después de Moisés, y
guiarlo hasta su anhelado destino (cap. 24).
Contenido:
1. La conquista de Canaán (1.1—12.24)
2. Distribución del territorio entre las tribus de Israel (13.1—22.34)
3. Últimas palabras de Josué. Renovación del pacto (23.1—24.33)
Jueces
Jueces en
el sentido estricto de administradores de la justicia, eran héroes que
se esforzaron por dirigir al pueblo y mantenerlo a salvo de la hostilidad y el
dominio de sus vecinos. Verdaderos caudillos militares, todos ellos actuaron
como instrumentos del Señor, suscitados y movidos por su Espíritu para llevar a
cabo una misión especial, en un preciso momento y por un tiempo limitado.
- Tras
una etapa de paz y prosperidad en que se mantienen fieles al Señor
(3.11,30; 5.31; 8.28),
- Los
israelitas vuelven «a hacer lo malo ante los ojos de Jehová»
(4.1; 13.1)
- se
apartan de él (2.12-13; 3.7; 10.6).
- Dios
los entrega entonces en manos de sus enemigos
(2.14,20-21; 3.8; 4.2; 10.7).
- El
pueblo suplica el auxilio divino, Arrepentidos
(3.9,15; 4.3; 6.6).
- El
Señor les suscita entonces un «juez» que los sostiene y los salva
(2.16; 3.9,15).
- Israel
recupera la libertad y vive tranquilo durante cuarenta años (3.11; 5.31; 8.28;
en 3.30 se lee ochenta años, que equivale a dos
veces cuarenta años).
- Al
cabo de ese período en que «reposa» el país, comienza el ciclo de nuevo.
Contenido:
1.
Introducción general al período de los jueces (1.1—3.6)
2.
Los jueces de Israel (3.7—16.31)
3.
Apéndices (17—21)
Rut
El libro lleva al
lector a la época violenta y convulsa de los «jueces» de Israel (1.1); pero, en
contraste con el clima inquieto que caracteriza la historia de aquellos héroes
guerreros, Rut (Rt) se presenta como un delicioso canto a la
paz y a la serenidad de la vida campesina.
Rut, una muchacha
de Moab, es el personaje principal de la historia. Casada con un israelita,
hijo de Noemí, conoció muy pronto las amarguras de la viudez. Noemí, procedente
de Belén de Judá, había emigrado con su esposo y sus dos hijos a tierras
moabitas, donde murieron ellos tres, quedando Noemí «desamparada de sus dos
hijos y de su marido»
Unos últimos apuntes en el texto de Rut revelan que Obed fue el abuelo paterno de David (4.17,21-22); de modo que Rut, una extranjera (2.10), no solo quedó incorporada al pueblo de Dios, sino, más sorprendentemente aún, a la estirpe misma de la monarquía davídica.
Contenido:
1.
La familia de Elimelec en Moab (1.1-5)
2.
Noemí regresa con Rut a Belén (1.6-22)
3.
Rut en el campo de Booz (2.1-23)
4.
Booz se fija en Rut (3.1-18)
5.
Booz se casa con Rut (4.1-17)
6.
Los antepasados del rey David (4.18-22)
1 Samuel
Dos libros de Samuel (que
en realidad son una sola obra, en dos tomos)
tres nombres de la historia de
Israel: Samuel, Saúl y David, y de un acontecimiento
que no por efímero resulta menos importante: la integración de las tribus
israelitas en un cuerpo nacional gobernado por un único soberano.
La institución de la monarquía
se presenta en 1 Samuel como una concesión de Dios a este
deseo popular, pero de ningún modo significa que él renunciara a ejercer la
autoridad última sobre Israel, del cual es el verdadero y definitivo Rey.
Contenido:
1.
Infancia de Samuel, profeta y juez sobre Israel (1.1—7.17)
2.
Institución de la monarquía de Israel (8.1—12.25)
3.
Luces y sombras del reinado de Saúl (13.1—15.35)
4.
David, ungido rey para suceder a Saúl (16.1—31.13)
2 Samuel
Continúa
el relato iniciado en el primer libro, pues en realidad forman una sola
obra.
- Inicia con el poema en el
que David lamenta la muerte de Saúl y Jonatán (cap. 1).
- Narración se concentra
en la historia del reinado de David, primero sobre la tribu de Judá (caps.
2—4)
- y luego sobre todo
Israel (caps. 5—24).
Contenido:
1.
Los comienzos del reinado de David: el pacto de Dios con David; las campañas
militares y la unificación del reino (1.1—8.18)
2.
Hechos y circunstancias del reinado de David (9.1—20.26)
3.
Apéndices: el Salmo 18 y el censo nacional (21.1—24.25)
1 Reyes
·
Primer libro de Reyes (1R),
el autor narra la última etapa de la historia de David desde el punto en que la
había dejado 2 Samuel. La avanzada edad del rey hace prever la
proximidad de su muerte, y la monarquía de Israel ha de encarar el problema de
la sucesión al trono.
· Requerido por Betsabé, David dispone que se unja y proclame rey a su hijo Salomón (1 R 1—2), y así queda establecida la dinastía davídica. De esta forma, la historia del pueblo de Israel entra en una nueva fase, la sucesión monárquica, que cubre el período entre el comienzo del reinado de Salomón (ca. 970 a.C.) y la caída de Jerusalén en tiempos de Sede quías (586 a.C.).
Contenido:
1.
Fin del reinado de David. Salomón es proclamado rey (1.1—2.12)
2.
Reinado de Salomón (2.13—11.43)
3.
División del reino (12.1-33)
4.
Los dos reinos (13.1—16.34)
5.
El profeta Elías y el rey Acab (17.1—22.40)
6.
Reinados de Josafat (Judá) y Ocozías (Israel) (22.41-53)
2 Reyes
El Segundo libro de Samuel (2 S) continúa el relato iniciado en el primer libro, pues en realidad forman una sola obra . Comienza con el poema en el que David lamenta la muerte de Saúl y Jonatán (cap. 1). Después la narración se concentra en la historia del reinado de David, primero sobre la tribu de Judá (caps. 2—4) y luego sobre todo Israel (caps. 5—24).
Contenido:
1.
Los comienzos del reinado de David: el pacto de Dios con David; las campañas
militares y la unificación del reino (1.1—8.18)
2.
Hechos y circunstancias del reinado de David (9.1—20.26)
3.
Apéndices: el Salmo 18 y el censo nacional (21.1—24.25)
1 Crónica
En los dos
libros de Crónicas (que en realidad son una sola obra
compuesta de dos tomos) se reproduce la mayor parte de los acontecimientos que
se narran en los de Samuel y Reyes.
contenido:
1. Las líneas genealógicas desde Adán hasta David (1.1—9.44)
2. El reinado de David (10.1—29.30)
2 Crónica
Comienza con
una descripción del reinado de Salomón, y luego presenta la rebelión de las
tribus del norte y la constitución de un reino independiente de la dinastía
davídica. A partir de ese momento, la narración se concentra en los reyes de
Judá, hasta la caída y destrucción de Jerusalén (587 a.C.). Finalmente, tras
una breve descripción del exilio en Babilonia, se menciona el decreto de Ciro,
que autorizó el regreso de los judíos a Jerusalén.
Contenido:
1.
El reinado de Salomón (1.1—9.31)
2.
La ruptura de la unidad nacional (10.1—11.4)
3.
Los reyes de la dinastía davídica (11.5—36.23)
Esdras
La primera
sección de las dos en que se divide el libro de Esdras (caps.
1—6) ofrece una detallada información sobre el tiempo que siguió al retorno a
Jerusalén de los judíos exiliados.
La segunda
parte del libro (caps. 7—10) se refiere a la actividad desarrollada por el
propio Esdras hijo de Seraías, un sacerdote y escriba (cf. 7.6,10,21) descendiente
de Aarón por la línea de Sadoc, hombre piadoso e ilustrado, que gozó de gran
prestigio incluso en la corte real de Babilonia.
Contenido:
1. Repatriación de los exiliados y reconstrucción del templo de
Jerusalén(1.1-6.22)
2. Esdras informa de su misión (7.1—10.44)
Nehemías
Contiene sus
memorias relativas a la misión que le fue oficialmente encomendada por el rey
persa Artajerjes I: viajar a Jerusalén y encargarse de la restauración de sus
murallas Las tareas de Nehemías se desarrollan de acuerdo con un gran
proyecto de reconstrucción de la ciudad y de reforma religiosa y moral del
pueblo, cuya fe y costumbres habían estado expuestas, durante los muchos años
del exilio, a influencias externas que a menudo lo habían desviado de la recta
obediencia a la ley de Dios.
Nehemías
recoge también en su escrito la lectura pública de la ley, realizada por el
sacerdote y escriba Esdras, que produce la solemne renovación de la alianza
suscrita por los representantes del pueblo
Contenido:
1.
Primera parte de las memorias de Nehemías: reconstrucción del muro de
Jerusalén (1.1—7.73a)
2.
Lectura pública de la ley y renovación del pacto (7.73b—10.39)
3.
Segunda parte de las memorias de Nehemías: los habitantes de Jerusalén; la dedicación
del muro (11.1—13.31)
Ester
El origen
de Ester puede probablemente remontarse a finales del período
persa, más o menos hacia la primera mitad del s. IV a.C.
Este relato
es de lectura fácil, pero plantea problemas de difícil solución. El hecho de
que nunca se mencione a Dios explícitamente –aunque pueda sobrentenderse su
presencia (4.13-14)– tiñe la historia de un tono profano, que el carácter dado
a la fiesta contribuye a intensificar incluso en nuestros días. Se habla del «pueblo
judío» y, más concretamente, de «los judíos»; pero nada se dice de Israel, ni
como nación ni como país. Los personajes principales son de gran entidad, pero
la acción dramática no se ajusta completamente a los actuales conocimientos de
la historia de Persia y del carácter tolerante de sus reyes. En último lugar,
aunque no menos importante, el libro sorprende por su atmósfera vengativa y
revanchista
Los hechos
narrados en Ester pueden interpretarse como una enseñanza
acerca del poder de Dios y de la fuerza con que el Señor a veces cambia los
designios humanos, por firmes, inmodificables y definitivos que estos parezcan.
Contenido:
1.
Puesta en situación del relato; proclamación de Ester como reina (1.1—2.23)
2.
Amán trama la destrucción de todos los judíos (3.1—5.14)
3.
Ester y Mardoqueo logran salvar al pueblo judío (6.1—9.19)
4.
La fiesta de Purim (9.20—10.3)
¿Qué aprendí?
Los libros históricos, son
continuación del pentateuco que escribió Moisés y del cómo se fue
restructurando el pueblo de Israel, empezando con Josué sucesor de Moisés, para
continuar con Moisés.
hasta terminar con
Ruth, Dios en su bendita misericordia, a pesar de que Israel es su pueblo
escogido, escoge a una campesina extranjera, para la descendencia de
David.
LIBROS SAPIENSALES
Son los libros que
se encuentran entre los históricos y los escritos por los profetas y
que reciben su nombre por su gran contenido espiritual, los cuales
estaban formados por los siguientes:
Job
El libro de Job es
el primero de los cinco llamados con absoluta propiedad poéticos y
sapienciales.
El protagonista, Job, es un rico hacendado (1.3) que vive con su familia en Uz, población situada, según se cree, en la región aramea que se extendía hacia el sudeste de Palestina. Hombre de fe, descrito como «perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal» (1.1), Job es víctima de una cadena de desdichas que lo dejan bruscamente sin hijos y sin hacienda, enfermo y reducido a una condición miserable (7.4-5). A pesar de todas las desgracias, él confía en Dios y lo bendice.
Contenido:
1.
Prólogo (1.1—2.13)
2.
Debate entre Job y sus tres amigos (3.1—27.23)
3.
Himno a la sabiduría (28.1-28)
4.
Defensa de Job (29.1—31.40)
5.
Intervención de Eliú (32.1—37.24)
6.
Intervención de Jehová y respuestas de Job (38.1—42.6)
7.
Epílogo (42.7-17)
Salmos
Nuestro Señor
Jesucristo utilizó los Salmos durante su ministerio. Así lo
vemos, por ejemplo, con ocasión de la tentación en el desierto (Mt. 4.6;
cf. Sal. 91.11-12) o en las enseñanzas del Sermón del monte (Mt. 5.7;
cf. Sal. 18.25; Mt. 5.35; cf. Sal. 48.2; Mt. 7.23;
cf. Sal. 6.8). Además, los evangelios relatan que, en sus últimas palabras
en la cruz, Jesucristo citó dos veces los Salmos (Mt.
27.46 y Sal. 22.1
Estructura
y numeración de los Salmos
(a) Himnos,
utilizados en la alabanza a Dios
(8; 15; 19.1-6;24;29;33;46;47;48;76;84;93; 96—100; 103-106;113;114;117;122;135 136;
145—150).
(b) Lamentos o
súplicas, tanto individuales, en petición de auxilio ante alguna aflicción
física o moral (3—7; 9—10;
12—14; 17; 22; 25; 26; 28; 31; 38—39;
41—43; 51; 54—59; 61; 63; 64;
69—71; 77; 86; 88; 94; 102; 109; 120; 130;
139—143)
(d) Acciones de gracias, expresiones de gratitud por la ayuda recibida (30; 32; 34; 40.1-11; 63; 65; 67; 75; 92; 103; 107; 111; 116; 118; 124; 136; 138).
(e) Relatos de historia sagrada, que narran las intervenciones redentoras de Dios (78; 105; 106; 135; 136).
(f) Salmos reales, que pueden ser de diversos géneros y que se usaban en ocasiones especiales de la vida del monarca, tales como su coronación, su boda o alguna operación militar (2;18;20;21;28;45; 61; 63; 72; 84; 89; 101; 110; 132; 144).
(g) Salmos sapienciales o didácticos, que son meditaciones sobre la naturaleza de la vida humana y de las acciones divinas (1;37;49;73;91;112;119;127;128;133).
(y) Salmos de adoración y alabanza (15;24;50;66;68;81;82;108;115;118;121;132;134).
(i) Salmos de peregrinaje, que entonaban los peregrinos camino de Jerusalén o a su regreso de la Ciudad santa (84; 107; 122).
(j) Salmos de género mixto, (36; 40).
(k) Salmos acrósticos, que utilizan estructuras poéticas basadas en el alfabeto hebreo; cada verso comienza con una letra sucesiva del alfabeto (9—10; 34; 119).
(l) Imprecaciones. El Salterio está dividido en cinco libros, cada uno de los cuales termina con una doxología. A pesar de que estas doxologías hoy se numeran como versículos de un salmo, en realidad son elementos independientes que cierran cada uno de los libros, con excepción del Libro V en el cual el último salmo es la doxología, que, a su vez, cierra toda la colección. La organización de los libros y las doxologías es como sigue:
|
Libro
I |
Salmo
1.1—41.12 |
Doxología |
|
Libro
II |
Salmo
42.1—72.17 |
|
|
Doxología |
||
|
Colofón |
||
|
Libro
III |
Salmo
73.1—89.51 |
Doxología |
|
Libro
IV |
Salmo
90.1—106.48 |
Doxología |
|
Libro
V |
Salmo
107.1—149.9 |
Doxología |
|
|
|
|
*
Doxologìa= alabanza a DIOS.
Proverbios
Consta de una
serie de colecciones que, en forma de máximas, refranes, dichos y poemas,
transmiten la antigua herencia de la sabiduría de Israel.
Está
encabezado por el título «Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de
Israel» (1.1), razón por la cual la obra completa se ha atribuido a menudo a
aquel monarca, célebre por su sabiduría y autor de tres mil proverbios y mil
cinco cantares
La sabiduría
de Proverbios se centra sobre todo en los ámbitos de la vida
no regulados por ordenanzas cúlticas ni mandamientos expresos del Señor.
Contenido:
1.
Introducción (1.1-7)
2. Primera
colección: «Poemas» (1.8—9.18)
3. Segunda
colección: «Proverbios de Salomón» (10.1—22.16)
4. Tercera
colección: «Palabras de los sabios» (22.17—24.22)
5. Cuarta
colección: «Dichos de los sabios» (24.23-34)
6. Quinta
colección: «Proverbios de Salomón» (25.1—29.27)
7. Sexta
colección: «Palabras de Agur» (30.1-33)
8. Séptima colección:
«Palabras del rey Lemuel» (31.1-9)
9. Apéndice:
«Elogio de la mujer virtuosa» (31.10-31)
Eclesiastés
Eclesiastés
es el título que en la Septuaginta recibe el libro llamado Qohelet en
el texto hebreo de la Biblia. Ambos vocablos, el griego y el hebreo, significan
prácticamente lo mismo: «predicador», «orador», «persona encargada de convocar
un auditorio y dirigirle la palabra».
Qohelet procede de qahal, raíz hebrea que, con la idea de
«reunión» o «asamblea» quedó representada en griego por el sustantivo ekklesía,
del cual, a su vez, se deriva Eclesiastés (Ec).
Eclesiastés
es el más breve de los escritos sapienciales. Su autor fue probablemente un
sabio judío de Palestina del período en que la cultura helenística se hallaba
en pleno proceso de expansión por todo el Oriente próximo.
Este libro
parece un soliloquio. Es una especie de discusión del autor consigo mismo,
interna, en la que frecuentemente considera realidades opuestas entre sí: la
vida y la muerte, la sabiduría y la necedad, la riqueza y la pobreza.
Contenido:
1. La
experiencia del Predicador (1.1—2.26)
2. Juicios
del Predicador en torno a la existencia humana (3.1—12.8)
3.
Conclusión (12.9-14)
cantares
Es una
expresión que se corresponde literalmente con la frase inicial del texto hebreo
de la Biblia: shir hashirim. Se trata de una fórmula idiomática muy
condensada, cuyo sentido puede explicarse con propiedad como: «el más hermoso
de los cantos» o «el poema más sublime».
Contenido:
1.
Título (1.1)
2. Cantares (1.2—8.14):
Primero (1.2—2.7)
Segundo (2.8—3.5)
Tercero (3.6—5.1)
Cuarto (5.2—6.3)
Quinto (6.4—8.4)
Sexto (8.5-14)
¿Qué aprendí?
Estos libros proféticos, que
nos refieren a autores conocidos como David y Salomón, Padre e hijo, nos
heredan a través de la historio textos de suma conciencia y textos,
canticos, dichos o mejor dicho pensamientos de elevada moral, respecto a cada
tema de la vida.
LIBROS PROFÉTICOS
Son todos aquellos
libros religiosos escritos por los profetas y que se suelen dividir en dos,
aquellos escritos por los llamados profetas mayores y aquellos
escritos por los profetas menores. Los libros proféticos son los
siguientes:
Isaías
Isaías hijo
de Amos ejerció su actividad profética en Judea, desde «el año que murió el rey
Uzías»
Los 66
capítulos de este libro de Isaías (Is) pueden agruparse en
tres grandes secciones, formadas respectivamente por los caps. 1—39, 40—55 y
56—66.
En la primera
sección, Isaías condena con dureza los pecados y la infidelidad de su pueblo,
que con su conducta ofende a Dios, el Santo de Israel.
Los capítulos
40 a 55 constituyen la segunda sección. Son como un vibrante discurso de
consuelo, dirigido a los israelitas exiliados en las lejanas tierras de
Babilonia.
La tercera
gran sección del libro (caps. 56—66) consta de una variada serie de mensajes,
dirigidos sin duda a los judíos repatriados de Babilonia.
Contenido:
1.
Primera sección (1.1—39.8)
a. Mensajes sobre Jerusalén
y Judá (1.1—5.30)
b. El «libro de
Emanuel» (6.1—12.6)
c. Mensajes sobre
las naciones extranjeras (13.1—23.18)
d. Apocalipsis de
Isaías (24.1—27.13)
e. Juicios
diversos sobre Judá e Israel (28.1—35.10)
f. Episodios de la
historia de Ezequías (36.1—39.8)
2. Segunda
sección: mensaje de consuelo a Sion (40.1—55.13)
3. Tercera
sección: mensaje a los repatriados (56.1—66.24)
Jeremías
Jeremías
inició su ministerio en tiempos de Josías, y continuó desarrollando su
actividad profética bajo los reinados de los últimos reyes de Judá: Joacaz
(también llamado Salum), Joacim (o Eliaquim), Joaquín (o Jeconías) y Sedequías
(o Matanías).
El libro
de Jeremías (Jer) es una de las colecciones más extensas de
escritos proféticos. Puede dividirse en tres secciones:
la primera
comprende del cap. 1 al 25; la segunda, del 26 al 45, y la tercera, del 46 al
51. Cierra el libro el cap. 52.
La primera
sección, poética en su mayor parte, corresponde a los dos primeros decenios del
ministerio de Jeremías, quien dirige su predicación especialmente a Judá y a la
ciudad de Jerusalén, a fin de que sus habitantes tomen conciencia de sus
propios pecados.
En la segunda
sección predomina el género narrativo; por lo tanto, casi toda ella está
redactada en prosa. El autor centra su atención en el relato de ciertos
incidentes de su propia vida, entre los cuales introduce algunos resúmenes de
sus mensajes proféticos
La tercera parte del libro de Jeremías (caps. 46—51) está formada por un conjunto de mensajes contra las naciones paganas del entorno palestino, mencionadas esencialmente en el mismo orden, de Egipto a Babilonia, en que a manera de introducción aparecen en 25.15-38.
Contenido:
1. Mensajes contra Judá y Jerusalén (1.1—25.38)
2. Relatos autobiográficos y anuncios de salvación (26.1—45.5)
3. Mensajes contra las naciones paganas (46.1—51.64)
4. Apéndice: Caída de Jerusalén (52.1-34)
Lamentaciones
El trasfondo
histórico de los cinco poemas que componen Lamentaciones (Lm)
es la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor en el 586 a.C. (2 R. 25.1-21).
Este triste episodio comenzó algún tiempo después a ser recordado por el
pueblo, que mostraba su aflicción con oraciones, ayunos y otras expresiones de
duelo (cf. Jer. 41.5; Zac. 7.3; 8.19).
Contenido:
1. Tristezas
de Sion la cautiva (1.1-22)
2. Las
tristezas de Sion vienen de Jehová (2.1-22)
3. Esperanza
de liberación por la misericordia de Dios (3.1-66)
4. El castigo
de Sion consumado (4.1-22)
5. Oración
del pueblo afligido (5.1-22)
Ezequiel
En 2
R. 24.8 leemos: «De dieciocho años era Joaquín cuando comenzó a reinar, y
reinó en Jerusalén tres meses.» Tan brevísimo reinado terminó en el 597 a.C.,
cuando el rey Nabucodonosor penetró en Jerusalén, la despojó de todas sus
riquezas y deportó a Babilonia a gran parte de sus habitantes: a Joaquín, rey
de Judá, a los aristócratas, a los militares y a los artesanos cualificados; a
todos ellos junto con sus familias (cf. 2 R. 24.8-17). Es muy probable que
en aquel entonces, entre los componentes de aquella primera deportación
figurara también el sacerdote Ezequiel hijo de Buzi, el cual fue a residir a
orillas del río Quebar, entre sus compatriotas cautivos, y a quien allí mismo
llamó el Señor a ejercer el ministerio de la profecía (cf. 1.1-3).
Su
vocación le llegó en medio de una visión que cambió por completo su vida. A
partir de aquel momento, Ezequiel se convirtió en el portavoz de Dios cerca de
los exiliados (3.10-11)
Contenido:
1. Vocación de
Ezequiel (1.1—3.27)
2. Profecías
acerca de la caída de Jerusalén (4.1—24.27)
3. Profecías
contra las naciones paganas (25.1—32.32)
4. La restauración
de Israel (33.1—39.29)
5. El nuevo templo
en la Jerusalén futura (40.1—48.35)
Daniel
Género apocalíptico
se distingue tanto por sus rasgos formales como de contenido. Los mensajes se
presentan revestidos de un rico ropaje simbólico y son comunicados en forma de
visión al autor literario, al vidente.
Los mensajes
apocalípticos hacen referencia a la historia humana como si se tratara de un
drama resuelto en dos actos. El primero de ellos se desarrolla en el momento
actual y en el mundo presente; el segundo, dado en una perspectiva
escatológica, revela lo que habrá de acontecer al final de todos los tiempos.
Las dos
partes de que consta el libro de Daniel (Dn) están formadas,
la una por los caps. 1—6, y la otra por los caps. 7—12.
La primera
parte es esencialmente narrativa y tiene un propósito didáctico, orientado a
demostrar que la sabiduría y el poder de Dios están infinitamente por encima de
toda posibilidad y comprensión humanas.
La segunda
parte (caps. 7—12) contiene una serie de visiones simbólicas que vienen a
ampliar y desarrollar ciertas nociones esbozadas ya en la primera sección; pero
ahora el lenguaje de la exposición es decididamente apocalíptico.
Contenido:
1. Primera
parte: narrativa (1.1—6.28)
2. Segunda
parte: visiones apocalípticas (7.1—12.13)
Oseas
Oseas hijo de
Beeri ejerció su actividad profética aproximadamente entre los años 750 y 730
a.C., durante los reinados «de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y
en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel» (Os. 1.1)
El libro
de Oseas (Os) está compuesto de dos secciones. La primera
(caps. 1—3) se caracteriza por su unidad temática. La segunda, de contenido más
heterogéneo, abarca el resto del libro (caps. 4—14).
La profecía
de Oseas es, en resumen, un ataque frontal contra los pecados cometidos por el
pueblo, que ha pecado siendo infiel a Jehová y ha adorado los ídolos de dioses
ajenos.
Contenido:
1. Primera parte (1.1—3.5)
a. Título (1.1)
b. Vida conyugal del profeta (1.2—3.5)
2. Segunda parte (4.1—14.9)
a. Infidelidad y castigo de Israel (4.1—13.16)
b. Conversión de Israel y promesas de salvación (14.1-8)
c. Advertencia final (14.9)
Joel
«Joel hijo de Petuel» (1.1). El mensaje de este profeta está enteramente enfocado en una misma dirección: «Viene el día de Jehová, día de tinieblas y de oscuridad, grande y espantoso» (2.1,2,31).
Contenido:
1. Devastación de
la langosta; el «día de Jehová» (1.1—2.2a)
2. Nuevo anuncio
del «día de Jehová» (2.2b-11)
3. La misericordia
de Jehová (2.12-27)
4. Derramamiento
del Espíritu de Dios (2.28-32)
5. Juicio de Jehová
sobre las naciones (3.1-15)
6. Liberación de
Judá (3.16-21)
Amós
Amós fue uno de los grandes
profetas del siglo VIII a.C., aunque él prefería verse a sí mismo como un
hombre sencillo, dedicado a sus trabajos campesinos, como «uno de los pastores
de Tecoa»
El libro de Amós (Am)
con el anuncio del castigo que van a sufrir las naciones y ciudades vecinas a
Israel a causa de la crueldad de su conducta en la guerra.
El profeta proclama que el Señor no permanecerá indiferente ante tales pecados, sino que castigará a quienes los cometen.
Contenido:
1.
Juicios contra las naciones vecinas (1.1—2.5)
2.
Juicio contra Israel (2.6-16)
3.
Denuncias y amenazas (3.1—6.14)
4.
Tres visiones de destrucción (7.1—9.10)
5.
Restauración futura de Israel (9.11-15)
Abdías
El más breve del AT, fuera
redactado en Judá; e incluso se apunta al s. V a.C. como posible época de su
composición.
La profecía de Abdías (Abd)
es una apasionada diatriba contra Edom, un anuncio del juicio y del castigo que
habían de caer sobre aquel pueblo a causa de la violencia con que se volvió
contra su «hermano Jacob»
Estos hechos reavivaron la enemistad que ya de antiguo enfrentaba a los
descendientes de Esaú con los de Jacob, o sea, a Edom con Israel (Gn.
25.30; 32.28; cf. 25.23);
El profeta contempla la proximidad del «día de Jehová», el día del juicio que ha de llegar a todas las naciones, el día en que el Señor les dará el pago que hayan merecido sus malas acciones (vv. 15-16). Israel, en cambio, será restaurado; los que antes fueron cautivos y oprimidos, poseerán la tierra y formarán parte del «reino de Jehová» (vv. 19-21).
Contenido:
1.
La humillación de Edom (1-14)
2.
El día de Jehová y el juicio de las naciones (15-18)
3.
La exaltación de Israel (19-21)
Jonás
El libro de Jonás consiste de principio a fin en una especie de relato biográfico. Se trata de la peripecia protagonizada por el propio profeta, un hombre que, en contra de sus deseos, es enviado por Dios a cumplir fuera de Israel, en Nínive, la lejana capital del imperio asirio, el arduo cometido de anunciar a sus habitantes que en el término de cuarenta días la ciudad sería destruida (3.4).
Contenido:
1.
Jonás huye de Jehová (1.1-17)
2.
Oración de Jonás (2.1-10)
3.
Nínive se arrepiente (3.1-10)
4.
El enojo de Jonás (4.1-11)
Miqueas
Miqueas, lo mismo que Isaías,
ejerció su actividad en Judá; pero dirigió también sus proclamas a Israel, el
reino del norte. Y su talante, lo mismo que el de Amós –«uno de los pastores de
Tecoa» (Am. 1.1)–, está marcado con el signo de la existencia campesina. En
este profeta se descubre un interés inmediato por problemas característicos de
la sociedad agrícola. En medio de ella, sin duda, se había desarrollado su
personalidad, puesto que las labores del campo eran las propias de la Sefela,
región a la que Moreset pertenecía, la zona de monte bajo que se extiende entre
las montañas de Judá y las llanuras de la costa del mar Mediterráneo. Una
tierra buena, de suaves y fértiles colinas, donde Miqueas vivió desde niño las
amarguras del campesino humilde y sometido a la prepotencia de quienes
«codician las heredades... oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su
heredad» (2.2).
La primera está formada por
los caps. 1—3, y en ella predominan los temas de índole social, con el mismo trasfondo
crítico propio del profetismo de aquella época.
Los caps. 4—5 componen la
segunda sección del libro. Todavía se escucha en ella el eco de las anteriores
amenazas, pero en el pensamiento de Miqueas predomina ya la esperanza de un
tiempo último (4.1) en el que Judá e Israel andarán «en el nombre de Jehová
nuestro Dios eternamente y para siempre» (4.5). Entonces habrá salvación,
Jerusalén será restaurada y acudirán a ella las naciones, diciendo: «Venid, y
subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob.» Allí conocerán los
caminos del Señor y recibirán la instrucción de su palabra (4.1-2).
El texto de Miqueas, en su
tercera sección (caps. 6—7), se dirige particularmente a Israel. Hay un intenso
acento de amargura cuando el profeta reprocha la infidelidad con que el pueblo
responde a la bondad de Dios: «Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he
molestado?» (6.3); porque en Israel triunfa la maldad (6.10—7.6), y es tanta la
corrupción moral, que la amistad se desvanece, la justicia se compra y se
vende, la desconfianza separa incluso a los cónyuges y la recíproca falta de
respeto destruye la convivencia familiar (7.1-6). Pero, no obstante, en la
profecía prevalece la esperanza sobre todos estos males, la seguridad de que todavía
el Señor tendrá misericordia de los suyos, del pequeño «remanente de su
heredad» que haya quedado limpio de pecados e infidelidades tras la prueba
purificadora que el Señor traerá sobre Israel (7.18;
cf. 2.12; 4.6-7; 5.7-8).
Contenido:
1.
Juicio de Dios sobre Israel y sobre Judá (1.1—3.12)
2.
Reinado universal de Jehová (4.1—5.15)
3.
Corrupción de Israel y misericordia de Dios (6.1—7.20)
Nahum
La actividad de
Nahúm parece corresponder al período entre el 663 y el 612 a.C., y es probable
que el libro fuera compuesto poco antes del 612 a.C., año en que los aliados
medo-caldeos atacaron y destruyeron la ciudad de Nínive.
Contenido:
1. La ira vengadora de
Dios (1.1-14)
2. Anuncio de la caída de
Nínive (1.15—2.12)
3. Destrucción total de Nínive (2.13—3.19)
Habacuc
De este personaje bíblico
solamente sabemos que fue profeta y que se llamaba Habacuc (1.1; 3.1). Su
libro, octavo entre los doce denominados «Profetas Menores», no incluye el
menor dato personal, ni en parte alguna del Antiguo o del Nuevo Testamento se
vuelve a mencionar su nombre.
Algunos han deducido que
Habacuc profetizó en tiempos cercanos a la destrucción de Nínive (612 a.C.);
pero, a falta de cualquier documento que permita fijar la fecha con exactitud,
hay también quienes piensan que la actividad del profeta debe fijarse entre el
año 605 a.C., principio del reinado de Nabucodonosor en Babilonia
(cf. Jer. 25.1), y el 587 a.C., año de la caída de Jerusalén (cf. 2
R. 24.10-12).
Contenido:
1. Habacuc se queja de
injusticia (1.1-4)
2. Los caldeos castigarán a
Judá (1.5-11)
3. Protesta de Habacuc (1.12-17)
4. Jehová responde a
Habacuc (2.1-5)
5. Ayes contra los
injustos (2.6-20)
6. Oración de Habacuc (3.1-19)
Sofonías
El mensaje profético de Sofonías (Sof)
comienza con el anuncio de un desastre de dimensiones universales. Jehová
afirma que, a causa de los pecados de Judá, va a destruir «todas las cosas de
sobre la faz de la tierra», lo mismo a seres humanos que a bestias.
Solo se salvarán –«quizá»– los
«humildes de la tierra» y los que de veras buscan actuar con justicia
(1.2—2.3). En una segunda sección (2.4—3.8), el oráculo del profeta se proyecta
más directamente sobre los enemigos de Judá. El juicio de Dios alcanzará a las
naciones paganas, desde los filisteos habitantes de las costas mediterráneas
hasta los asirios de la Mesopotamia. En tercer lugar (3.9-20), la voz de
Sofonías proclama un mensaje de esperanza dirigido al pequeño resto, al
«remanente de Israel» (v. 13), al «pueblo humilde y pobre» (v. 12) que habrá
sobrevivido a la catástrofe.
Contenido:
1.
El día de la ira de Jehová (1.1-18)
2.
Juicios contra las naciones vecinas (2.1-15)
3.
El pecado de Jerusalén, y su redención (3.1-20)
Hageo
El profeta Hageo manifiesta,
en el libro que lleva su nombre (Hag), un especial interés por la precisión de
los datos históricos que aporta. Repetidamente incluye en el libro fechas y
noticias (1.1,15; 2.1,10,20) que permiten señalar con exactitud el tiempo
en que comenzó a ejercer su actividad: el año 520 a.C., «segundo del rey
Darío», que gobernó entre el 521 y el 485 a.C.
Ciro, el monarca fundador del
imperio persa, promulgó el año 538 a.C. su célebre edicto (2 Cr.
36.22-23; Esd. 1.1-4) que puso fin a la cautividad judía en Babilonia (2
R. 25.1-22). Poco después, en el 537, los judíos que habían regresado a
Jerusalén iniciaron con entusiasmo la reconstrucción del templo (Esd. 1.1-11).
Sin embargo, los fervores iniciales pronto se apagaron; en su lugar cundió
entre la gente un profundo desaliento causado en parte por lo precario de los
medios de que disponían (1.6) y en parte por la intranquilidad de tener que
hacer frente día tras día a la actitud hostil de los samaritanos (Esd. 4.1-24).
Aquellas circunstancias afectaron a las obras de restauración del templo, hasta
el punto de provocar su paralización total (Esd. 4.24) mientras que, en
contraste, comenzaban a aparecer en la propia Jerusalén hermosas mansiones para
uso privado de adinerados miembros de la comunidad (1.4).
La profecía de Hageo consiste básicamente en una exhortación a reanudar sin
demora la reconstrucción del templo, el cual no podía permanecer más tiempo en
estado de ruina, sino que debía ser restaurado para gloria de Dios (1.8). La
orden procede de Dios, y no puede ser ignorada sin que de ello se deriven
graves perjuicios para todos: la sequía, la pérdida de cosechas y la pobreza,
que serán los signos del enojo divino (1.9-11).
Contenido:
1.
Exhortación a edificar el templo (1.1-15)
2.
La gloria del nuevo templo (2.1-9)
3.
Reprensión de la infidelidad del pueblo (2.10-19)
4.
Promesa de Jehová a Zorobabel (2.20-23)
Zacarías
El encabezamiento de este
libro refiere el principio de la actividad profética de Zacarías hijo de
Berequías hijo de Iddo al «octavo mes del año segundo de Darío» (1.1). Este
monarca persa reinó entre el 522 y el 486 a.C., y como probablemente Zacarías
profetizó durante algo más de dos años, puede establecerse con bastante
exactitud el tiempo de su ministerio entre los años 520 y 518 a.C.
Los primeros versículos del
escrito (1.2-6) son un llamamiento dirigido a los repatriados de la cautividad
babilónica, a quienes el profeta exhorta al arrepentimiento y a la conversión:
«Volveos a mí, dice Jehová de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros» (v. 3).
La exhortación va seguida de una serie de complicadas visiones, llenas de
símbolos, a veces de difícil interpretación; en ellas, bajo la apariencia de un
ángel, el Señor se presenta al profeta, dialoga con él y responde a sus
preguntas. Desde un punto de vista literario, estas visiones se asemejan a las
de Amós y Jeremías
Contenido:
1. Llamamiento a volver a
Jehová (1.1-6)
2. Visiones simbólicas (1.7—6.8)
3. Coronación simbólica de
Josué (6.9-15)
4. Instrucción sobre el ayuno.
Anuncio de la salvación mesiánica (7.1—8.23)
5. Castigo de las naciones
vecinas (9.1-8)
6. El futuro rey de Sion (9.9-17)
7. Jehová redimirá a su
pueblo (10.1—11.3)
8. Los pastores inútiles (11.4-17)
9. Liberación futura de
Jerusalén (12.1—13.9)
10. Victoria final de Jerusalén (14.1-21)
Malaquías
Malaquías, el
nombre que encabeza este breve escrito, es un derivado del término hebreo malají,
que significa «mi mensajero». Y dado que un profeta es propiamente un mensajero
de Dios, «Malaquías» puede interpretarse no solo como nombre de persona, sino
también como título de aquel a quien Dios encomienda un ministerio profético.
Último de los doce que forman
el grupo de los llamados Profetas Menores, concluye el bloque de la
literatura profética de la Biblia y se pone punto final a la última página del
AT.
El texto de Malaquías se
caracteriza por el tono polémico con que aborda los diferentes temas. La propia
armazón literaria del mensaje es una especie de discusión retórica, de diálogo
con sus destinatarios, a cuyas preguntas y objeciones responde el profeta.
Contenido:
1. Amor de Jehová por
Jacob (1.1-5)
2. Jehová reprende a los
sacerdotes (1.6—2.9)
3. Condena del repudio de la
propia esposa y del matrimonio con extranjeras (2.10-16)
4. El día del juicio se acerca (2.17—3.5)
5. El pago de los
diezmos (3.6-12)
6. Diferencia entre el justo y
el malo (3.13-18)
7. El advenimiento del día de
Jehová (4.1-6)
¿Qué aprendí?
Dios, en su profundo
conocimiento y amor al hombre, instruye a estos 17 hombres. Unos nos narran
las aflicciones que vivieron para llevar el mensaje que les fue instruido, como
es el caso de Jonàs profeta menor, y otros nos cuentan y nos hace revelaciones
de circunstancias futuras que nos harán volver nuestros ojos al altisimo y nos
hacen pensar que no hay nadien y nada en este mundo que no se haga a travez de
el.
Páginas citadas:
https://www.unprofesor.com/ciencias-sociales/clasificacion-de-los-libros-de-la-biblia-3697.html
https://my.bible.com/es/

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